La historia nos sitúa en un mundo gobernado por la magia y, ante todo, por las palabras, pues cada cosa posee su nombre verdadero, el designado durante la Creación, que otorga a los hechiceros el dominio sobre los elementos y los animales.En el archipiélago de Terramar, donde hay dragones, magos y espectros, talismanes y poderes, viven personas sencillas y tranquilas que tienen como único objetivo conseguir paz y sabiduría.
La historia nos sitúa en un mundo gobernado por la magia y, ante todo, por las palabras, pues cada cosa posee su nombre verdadero, el designado durante la Creación, que otorga a los hechiceros el dominio sobre los elementos y los animales.En el archipiélago de Terramar, donde hay dragones, magos y espectros, talismanes y poderes, viven personas sencillas y tranquilas que tienen como único objetivo conseguir paz y sabiduría.