Sukitte Ii na yo.: Dareka ga

Mei, Aiko, Asami y Nagi están haciendo galletas en la casa de Mei. Sabiendo que el proceso podría tomar un tiempo, Nagi persigue a Yamato fuera de la casa. Recibe un mensaje de texto de Kai, quien le pregunta si quiere reunirse en el parque. Cuando Yamato llega, se revela que el parque deteriorado fue donde los dos hablaron por primera vez y se unieron por primera vez. Después de bromear un poco, Kai le pregunta a Yamato por qué él, que siempre parecía estar divirtiéndose con una gran multitud a su alrededor, siempre era el primero en el parque después de la escuela. Yamato admite que solía sentirse como un camaleón; alguien que no tenía su propia personalidad y simplemente se cambió para complacer a los demás. Kai le dice a Yamato que solía odiar la ciudad, pero gracias a Yamato, ahora lo encuentra hermoso. Kai le asegura que él es su propia persona, y Yamato confiesa que después de conocer a Mei, se dio cuenta de lo solo que estaba. Kai más tarde se encuentra con Megumi en la parada de autobús. Comienzan a hablar, y Kai le dice que él cree que es buena para mantenerse fiel a sí misma mientras modela. Megumi le responde y Kai, ofendida, se va. Cuando Momo viene, Megumi se arrepiente de haber arremetido contra Kai y luego se avergüenza cuando Momo sugiere que le gusta a Megumi. En la casa de Mei, las galletas están hechas y resultan ser deliciosas. La mamá de Mei saca de la casa a Mei y a Yamato. Yamato abraza a Mei y le dice que está contento de que ella esté con él. Miran el atardecer juntos antes de continuar su caminata, tomados de la mano.